En la sociedad científica, la organización y compatibilidad de los documentos es clave para la colaboración y reutilización del conocimiento. Para garantizar la interoperabilidad y sostenibilidad a largo plazo de los materiales producidos, es fundamental establecer un estándar de documentación.
Necesidad
Actualmente, los documentos dentro de la varias organizaciones pueden encontrarse en múltiples formatos, lo que dificulta su mantenimiento, accesibilidad y colaboración. Un estándar de documentación permite:
✅ Mantener la información organizada y segura: Unificar el formato facilita la preservación de datos a largo plazo.
✅ Hacer la información libre y accesible: Un formato abierto evita bloqueos de software propietario.
✅ Garantizar ligereza e interoperabilidad: Un formato estándar debe ser fácil de convertir y manipular en diferentes plataformas.
✅ Facilitar el versionado y colaboración: Unificar el formato permite trabajar en equipo sin pérdida de compatibilidad.
Establecer un estándar no solo mejora la organización interna, sino que también permite compartir información de manera más eficiente dentro y fuera de la sociedad científica.